No cabe duda de que hay ideas que parecen magníficas por más descabelladas que sean. Un ejemplo es el “Rascasuelos” del despacho mexicano Bunker Arquitectura, una estructura piramidal inversa, muy inspirada en el trabajo de Ieoh Ming Pei, en la que se pretende vivirán miles de personas.
Utópicamente el edificio se hundirá unos 300 metros bajo el zócalo, en donde cabrían 65 plantas con un hueco en el centro que permitiría entrar luz natural y ventilación suficiente.
La única falla que le encuentro al proyecto de Arief Budiman, Diego Eumir, Guillermo Bastian y Adrian Aguilar es el hundimiento del suelo en el zócalo capitalino, pues, como podemos ver, La Catedral, el Palacio Nacional y los edificios aledaños cada vez se hunden más. ¿Qué sería de un edificio que de por sí está hundido en tierras casi movedizas? Sin embargo ellos alegan que la forma de cuña que posee el diseño soportaría bien las presiones laterales.
Bunker Arquitectura justicia su proyecto de la siguiente forma: “Hoy día el Centro Histórico tiene la urgente necesidad de una renovación. Se necesitan nuevas oficinas, comercios, espacios residenciales e infraestructuras, pero no hay terrenos vacíos disponibles. Patrimonio prohíbe tocar lo que hay y, aunque fuera posible, la altura está limitada a ocho pisos. Esto significa que el único camino es hacia abajo y en el Zócalo”.
¿Qué dicen?¿Les gusta la idea del “Rascasuelos”?